Friday, October 27, 2006

A UNA AMISTAD ENGAÑOSA.


¡Cuánto tiempo quemando mis pulmones!
Tragando punzantes metales hirviendo,
-haciéndome por tí mil enemigos-
muriendo en cada canto mío por ti,
en cada verso que iba pariendo,
encerrando en vajillas ya desgastadas
océanos de sueños horrendos,
triunfante fueron las envenenadas dagas
desgarándome en girones por completo el pecho.

¡Cuánto tiempo alentaste mi canto, amigo!
¡Cuánto tiempo sujetaste mi pluma, amigo mío!
¡Cuánto tiempo bordando caricias sin manos
que creí sinceras!

Encendiendo faros de amistad eterna,
vistiendo a la luna y al sol de esmeraldas,
haciéndome sentir que valió la pena
- en aquellos momentos, ahora sé que no-
parir mil cantos y millones de rezos
por nuestra amistad.

No comments: