QUÉ FÁCIL Y DIFÍCIL A LA VEZ.

Qué fácil
es traerte hasta aquí,
qué difícil
es mantenerte así.

Vienes y vas
como las olas del mar,
con fuerza me golpeas
a ratos el corazón,
con bruscas caricias
que me ahogan,
que me quitan el aliento.

Te llevas mi respiro
y me dejas sin sentido,
confusa,
atormentada de tenerte
y no tenerte,
de ahogarme y respirarte.

Por un segundo puedo
morir en tus brazos,
sólo de tenerte a mi lado,
por un segundo, vuelvo a vivir.

Qué fácil
es traerte junto a mí
y qué difícil
es mantenerte así.

Cuando estás junto a mí,
te vas
y cuando no estás a mi lado,
quieres llegar hasta mí.

Qué fácil
es entregarte mi amor
y qué difícil
mantener el tuyo junto a mío.

Qué fácil
es entregarte mis días
y desearte en mis noches
y qué difícil
es mantener tus noches
y días en mi mirar.

Qué fácil
es tenerte en mi vivir
y qué difícil
es que me entregues
tu corazón en mi respirar.

Una vez más,
que fácil
es traerte hasta mí
y qué difícil
es mantenerte así...

SÓLO UNA NOCHE MÁS.

Era de noche
y antes de que me venciera el sueño,
tu nombre en un suspiro venció a mis labios.

Y apagué la luz,
porque en la oscuridad me siento iluminada,
para buscarte con los ojos ciegos de motivos.

Es un camino de ida y vuelta hasta tu casa.

Muchas horas de viaje, muchos los sueños
y ni uno, ni uno es cierto.

Qué incrédula la noche
que pretende vaciarme los motivos

de mis horas de sueño.

“Simplemente descanso” le discuto,
y la noche no hace más que descansar
tranquila sobre mi lecho,

mientras yo te busco; incansable.

Y llegó la mañana
y en el séptimo sueño,
desperté abrazada a la almohada.

Qué curioso, ¿verdad?
tu rastro que sólo deja huellas invisibles,
qué castigo tu ausencia para mi mente clara.

Así que saludé al sol,
llamándole por tu nombre.
Él escondió tras las persianas una sonrisa cómplice.
Debe saber, lo mucho que te extraño...

AUNQUE CERCA NO ESTÉS.

Quizás no pueda tocar tus ojos,

pero puedo ver

la transparencia de tu alma.

Quizás no pueda besar tus labios,

pero escucho siempre

las palabras más bellas en ellos.

Quizás no pueda acurrucarme en tu pecho,

pero puedo sentir

lo más hermoso de él, tu corazón.

Quizás no pueda sentir el calor de tu cuerpo,

pero en mis sueños

vivo la intensidad del deseo.

Quizás no estemos juntos en cuerpo,

pero estamos juntos

en cada uno de nuestros pensamientos.

El destino juntó nuestras almas

y nosotros... nuestros sentimientos.

AHORA, SÓLO GUARDARÉ ... SILENCIO.

Estoy triste, he provocado tu llanto,
Mis palabras te hicieron llorar tanto
Que la noche se inundó de lágrimas,
¡Cómo quisiera poder remediarlo!
Pero las palabras ya se estamparon
En tu memoria, ahora, sólo puedo
Quedarme callada sin decirte ... que te amo.

Estoy triste por que soy la causa de tu desventura,
Por que buscando cariño, encontraste amargura,
No supe callar mis pensamientos y dejé salir
Un tropel de sentimientos que sólo hicieron
Que tus ojos se inundaran de lágrimas y desaliento,
Tú lloraste sin consuelo y yo, me quedé en silencio.

Estoy triste porque no supe decirte lo que siento,
No supe entender tus desvelos, tus angustias,
Tus apremios, sólo dejé que fluyeran esas saetas
Que se dirigieron a tu corazón hiriéndolo,
Ahora sólo puedo guardar silencio y esperar
Que tú me perdones este desacuerdo,
Sólo dejé que salieran mis sentimientos
Sin pensar que con ello ... sufrirías más.

Estoy triste por que has sufrido por mis palabras,
Ahora las oigo y me causan dolor,
He pensado que no soy justa, que sólo
Dejé salir mis sentimientos.

Ahora, sólo guardaré ... silencio.

NADA ES IGUAL.

No hay en la vida
dos días iguales,
el mismo brillo del sol,
el mismo soplo del viento;
cada sonrisa y cada lágrima
jamás serán las mismas, lo sé.

No hay en el mundo
dos besos iguales,
idéntico amor, bello e infinito,
idéntica pasión excitante y sentimental;
cada dulce en los labios,
cada gota de sentir
nunca serán los mismos,
para que mentir.

No hay en cada rostro
dos sonrisas iguales,
igual destello en la mirada,
igual gesto de placer;
cada uno de esos gestos,
cada vida en una sonrisa
no será la misma, no lo será.

En el universo interminable,
todo es tan distinto, tan singular;
mi vida, cada tiempo
tiene un tiempo, un porqué;
cada momento es único,
es un recuerdo irrescatable,
cada momento pasado
muere y vive condenado
al anhelo inocente del corazón.

No tengo otras palabras,
no las logro encontrar;
las palabras pueden ser rosas
frágiles, bellas, perfumadas;
pueden crear versos
en un sin fin de emociones,
pero su otro rostro, amigo,
hiere y rasga el alma,
parten la vida sin compasión
y no se detienen en su deleite
de hacer sufrir y sufrir;
espero que cada palabra mía
sea roja y perfumada
pues no deseo entre mis recuerdos
tener la sombra de tu dolor.

Todo en el todo es distinto,
único e irrescatable;
el amor, así como los momentos,
transcurre, vive y muere....
entiende amigo que
no será lo mismo otra vez,
el amor como las palabras
mata sin compasión,
el amor como todo ...
llega siempre a su final.

AMA.

Ama...
Como si fuera la última vez,
Como sino te importara nada,
Como si tan sólo
tu vida dependiera de ello,
como si el viento norte jamás pasara.
Sólo ... ama.
Como la carne a tus huesos,
que sólo se separan cuando la desgarran,
como el verano al invierno
que nunca se encuentran, pero se extrañan.
Sólo ... ama ...
Hasta que te duelan los labios,
hasta que se te duerma el alma,
hasta que los necios lo comprendan,
hasta que se te oscurezca la mirada.
Ama ...
De ida y de vuelta,
con ganas y a desgano,
con el cuerpo y las entrañas,
con el deseo loco
y cabeza pensante,
con el cuerpo ardiendo
y apretando los dientes,
como la vida misma,
como el crepúscolo, al alba.
Sólo ... ama ...
Como primera medida
y como último recurso,
con desenfreno y desparpajo,
para beneplácito de los analistas,
con recato y a oscuras,
para tranquilidad de los paganos.
Sólo ... ama ...
Con alegría y con tristeza,
con firmeza y con candor,
cuando recien comiences
y con tu último sudor,
con la esperanza triste
y con la nostalgia callada,
con el grito errante
y con la boca sellada.
Sólo ... ama ...
Cuando el recuerdo vuelva,
cuando el presente pase,
cuando el fururo no exista
y aún, cuando la vida cese.

Que tu recuerdo quede,
que tu sangre hierva,
que tus palabras sobren,
que tu presencia exista
en la paz y en la guerra,
pero por sobre todo esto,
que tu amor...
que tu amor jamás muera.

LAS PALABRAS.

Si me dijeras que me amas, creeré...
más, si escribieras que me amas,
creeré más todavía.
Si me hablaras de tu nostalgia, entenderé,
más, si escribieras sobre ella,
sentiré estando junto a ti.
Si la tristeza te llega a consumir
y me contaras ...yo sabré,
pero si la describes en el papel,
su peso será menor ...
Y así son las palabras escritas;
poseen un magnetismo especial,
liberan, despiertan, invocan emociones.
Ellas poseen la capacidad de ...
en sólo pocos minutos,
cruzar mares, saltar montañas,
atravesar desiertos intocables.
De muchas se pierde el autor,
más el mensaje sobrevive al tiempo,
atravesando siglos y generaciones.
Ellas marcan un momento
que será eternamente revivido
por todos aquellos que la leyeron.

Da amor con las palabras, borra tristezas,
pide perdón, aproxímate ...
recupere el tiempo perdido,
insinúate, alegra a alguien,
da simplemente un buen día,
haz un cariño especial.
Úsalas en todo instante,
de todas maneras; su fuerza es inmensa.
No olvides que quien escribe,
construye un castillo,
y quien lee, pasa a habitarlo.

Gracias por habitar mi castillo.

ME TRANSFORMÉ PARA AMARTE MÁS

Ayer estabas triste y me gritabas:
¿Por qué te fuiste?
Nunca me fuí,
siempre he estado aquí.

Me hice de mil formas para poder seguirte,
para en tu adversidad sonreirte,
para mis poemas decirte
y con todo mi amor vestirte.

Ahora soy feliz porque siempre estaré contigo:
En el amanecer, en el atardecer,
en la brisa, en el perfume de las flores
y en el rocío que las cubre al alba.

Seré tu ángel, tu guía y tu abrigo;
seré tu luz, tu vida y tu calor en el frío,
si es que aún tú quieres.

Ahora soy felíz porque siempre te veré.
Nunca de tí me apartaré ...

Cada vez que veas un arcoiris ... me verás,
cada vez que vuelen las palomas ... conmigo volarás
y cada vez que me llames ... mi voz escucharás.

Eres parte de mí: La continuación de mi historia,
de mi amor, de mi felicidad...

Mientras sigas sonriendo y palpitando,
mi corazón seguirá viviendo
y para tí como el pájaro, seguiré cantando...

TE TENDRÉ QUE PEDIR PERDÓN ALGÚN DÍA...

Algún día te tendré que pedir perdón
por no haber sabido olvidarte.

Hoy el recuerdo tuyo me roza el alma,
me fue muy difícil volar sin esperanzas,
pero creo que lo logré o al menos lo intenté.
Tantas veces caí, tantas veces lloré
y sangraron tanto mis heridas...
pero ahora todo da ya igual, sólo quiero
encender ilusiones para poder seguir
sin cederle ni un solo paso a la oscuridad,
sin perder de vista a la soledad.
Caminé entre el dolor y la nostalgia,
pensando quizás en un ayer que no volvería,
en lo que pudo ser y no fue,
en todos los sueños que quedaron sin romper,
porque mi amor fue tan infinitamente grande
y mi mundo tan inmensamente pequeño,
que no lo pude guardar todo y se escapó
para alcanzar unos horizontes nuevos
que aún estaban sin estrenar...
Perdóname por no haber sabido entender
que el amor que querías dar,
tú, no me lo podías devolver;
por haber pasado las noches en vela
pensando en volverte a ver y cómo al mirarte
dolían los besos que no te entregué,
las palabras que ya no diría,
las caricias que murieron sin tu piel...
Perdóname por no haber sabido pintar tu vida
con las acuarelas de mi fantasía,
por buscarte en los rincones de mi soledad
y haberte encontrado siempre en ellos,
por luchar en silencio las guerras del corazón,
por no pedir tregua cuando todo se acabe,
por rendirme a destiempo y echar la vista atrás,
por haber deseado morir cuando quise marchar...
Perdóname por no haber retomado mi vida
donde la dejé, detrás de tu tenue sonrisa,
por no abandonar el ayer a su suerte
y no querer sentirme fuerte otra vez,
por anhelar el roce cálido del aroma de tu piel,
por no tirar los recuerdos que me hacen sentir mal
y llorar de vez en cuando sin nadie que me pueda consolar...
Perdóname por no haberte podido tener
y dejar que tu cuerpo se funda con el viento,
por hacerme amiga de la lejanía y llamar a la tristeza
para que me hiciera compañía,
por los sorbos de café que tomo en las mañanas
con el Sol, porque no me dan calor,
ya que me saben tan amargos sin tu miel...
Perdóname por no querer de nuevo florecer
lejos de ti, por anhelar que el rostro en el espejo
vuelva a sonreír, por rendirme a lo inevitable
desde el día en que me fui, por aceptar
que aunque nunca serás mío siempre vivirás en mí...
Perdóname por no querer continuar mi vida sin ti
y llenar el vacío con las heridas del pasado,
por no haber podido ser la compañera de tus sueños
cuando en los míos tú siempre estás a mi lado,
por no saber buscar a alguien que me ame tal y como soy,
por no saber siquiera dónde voy...
Perdóname por todo el cariño que nunca entendiste conmigo
y que quizás otra persona te lo sabrá enseñar mejor que yo.

RECORDARÁS...

Recordarás algún día a aquella amiga extraña
Que a los lejos te pensaba y en la sombra padecía
Sumida en su soledad,
Que por quererte tanto, no te lo decía.
Aquella amiga loca
Que al despertar, pensaba en su amigo,
Loca, por su amor ausente,
Que estaba con otros para… soñar contigo.

Recordarás aquella lejana amante soñadora
Que volvió del olvido para quererte
Como a nadie había querido,
Mujer indiferente, lejana y silenciosa,
Que en las largas noches de estío
Se miraba en tus dulces ojos
Como en las aguas de un río.

Recordarás a esa mujer… tu amiga,
Que fue el calor de una hoguera
Que se apagó lentamente,
La que te cubrió con un jardín de rosas
Sin que tú lo supieras.
Era la que más te ha querido,
Para que en vano te amara,
Retirada quedó en el olvido.

Recordarás, así de pronto… algún día,
Que aquella mujer, contigo sonreía
Y quizás, quizás sólo entonces
Cuando ya no esté, sabrás que la querías.

UNA BÚSQUEDA QUE ME AHOGA.

Ya sin esperanzas me llenaré de ilusiones
vacías e incansables vendrán siempre a mi amparo
a negarme que todo fallará como hasta hoy...
a dibujarme un mañana partiendo desde hoy,
un hoy que no sé cómo amortiguar...
a partir de un presente que no sé defender.

Ahí estaré, esperando a no se qué...
a volcar quizás mi cielo y así alcanzar
esa estrella que nunca supe ver.

Cuando yo piense entonces que NO
las ilusiones me gritarán con fuerza: SI,
querrán convencerme y animarme
cada vez más vagamente con sus argumentos.

Me subiré... a las agujas del tiempo
y deseando pararlas, me refugiaré
en su peso, me derramaré en el aire
y sólo seré tiempo cada día, más cansado.

Un trago insaciable de experiencia
que nunca lleva a ser feliz.
Una búsqueda incansable
que me ahoga tras mil pasos
que sólo buscan un siguiente.

Allí estaré, donde ellas me lleven,
¿pero a dónde?.
Donde ellas me esperan,
en las historias con finales
que se esconden pero nunca llegan.

¡Hoy no me queda ya nada!

Hoy mis versos, quedaron enmudecidos,
ya no son ni siquiera eso, versos,
hoy no riman, no son ya nada...
Se han dormido en el sueño
y no quieren volver a despertarse.

Hoy no me queda ya nada que darte,
no hay ya sonrisas, tampoco sueños,
ni canciones que pueda cantarte,
ni un te quiero dicho con el corazón,
ni tan siquiera tengo un adiós.

Hoy mi sol... me ha negado sus reflejos,
se marchó de mis brazos dejándome
en una continua frialdad.

Me quedo mirando al horizonte,
al firmamento, rogándole
que me devuelva la otra parte de mí,
la que se quedó atrás, no sé dónde.

BÚSCAME.

Hoy, en el jardín de tu casa, mira al cielo,busca la estrella más grande, la más hermosa y al tiempo que lo hagas, yo, estaré haciendo lo mismo que tú. No importa que tan lejos estemos, la distancia es lo de menos, a través de esa estrella te estaré observando, me abrazaré tan fuerte y te sentiré entre mis brazos, cerraré los ojos y soñaré... que estás entre mis brazos, aquí, a mi lado.Y cuando la brisa de las sombras roce tu piel, simularán las caricias que una vez me dijiste que te gustaban,que te hacen enloquecer y cuando el rocío se pose en tu boca, sentirás los labios míos.Aguarda un poco más, que la madrugada espera para arrullarte con su fulgor y en el cálido frío del nacer del alba, te abrazarás tan fuerte que sentirás, que estoy contigo.Y cuando mires la fugaz partida de la luna, el silencio de esa huída susurrará a tu oído... cuánto te amo y que sin ti, nada tiene sentido y que prefiero no estar viva.Búscame ahí, dónde permanecen los suspiros, encontrémonos más allá de nuestros sueños, búscame ahí, en el eco del silencio, entonces sabrás que el roce de los labios será el bullicio que hará enloquecer a tantos, para envolverlos con la magia para que se impregnen con nuestra fragancia.Búscame ahí, sí, dónde tú sólo sabes, dónde el soñador ha dejado sus sueños, dónde la vida se cubre con el manto de la muerte, búscame dónde el poeta se cautivó de su musa.Búscame cuando el día se haya llenado de sombras, dónde mi corazón llora con una gran dosis de ternura,búscame dónde mi alma desea ardientemente la calma, búscame... cuando los gritos se hayan perdido en el silencio.Sí, búscame cuando la noche se llene de terror, cuando tu locura explote porque no puedas aguartarla más,cuando a tus sueños los invada el miedo, ahí, dónde no hay más--- dónde ya no hay nada, ahí dónde nos podemos encontrar, ahí dónde siempre, siempre, suelo estar...

TENGO LOS SENTIDOS LOCOS.

Hundido, incierto y vacío

es este sentir que no tengo,

quiero lo que no existe

y deseo algo que ha muerto.

Lucho y no tengo enemigo,

camino y no hay sendero,

leo una página en blanco,

te sueño estando despierta

y despierta creo que duermo.

Tengo apetito de nada,

sed de beberme el desierto,

ganas de cruzar los montes

navegando en un gran velero.

Tengo deseos de escuchar sólo

el silencio y hablar sin decir

palabra para recitar mis versos.

Tengo los ojos cerrados

y sin embargo, te veo,

tengo ganas de llorar

teniendo los ojos huecos.

Huelo el aroma de ti

teniendo el olfato muerto

y siendo mis oídos sordos

escucho el latir de tu pecho.

Tengo los sentidos locos

porque tú, así lo has querido

y en vez de sentir frío,

creo que estoy en el infierno

y cuando calor tuviera que sentir

un tremendo escalofrío helada

deja ya mi sombra.

Tengo los sentidos locos

como brújula imantada

y cuando todos me dicen

que de paz llenan mi alma,

el sentir que por ti tengo

que no entiende de razones

pide que te siga queriendo

más allá del sufrimiento

y del tormento más inmenso.

Tengo los sentidos rotos

por quererte así a ti

y aún después que todo acabe

y el cuerpo abandone la tierra...

queriéndote seguiré y esperándote.