Monday, December 18, 2006

LAS PALABRAS.

Si me dijeras que me amas, creeré...
más, si escribieras que me amas,
creeré más todavía.
Si me hablaras de tu nostalgia, entenderé,

más, si escribieras sobre ella,
sentiré estando junto a ti.
Si la tristeza te llega a consumir

y me contaras ...yo sabré,
pero si la describes en el papel,
su peso será menor ...
Y así son las palabras escritas;
poseen un magnetismo especial,
liberan, despiertan, invocan emociones.
Ellas poseen la capacidad de ...
en sólo pocos minutos,
cruzar mares, saltar montañas,
atravesar desiertos intocables.
De muchas se pierde el autor,
más el mensaje sobrevive al tiempo,
atravesando siglos y generaciones.

Ellas marcan un momento
que será eternamente revivido
por todos aquellos que la leyeron.

Da amor con las palabras, borra tristezas,

pide perdón, aproxímate ...
recupere el tiempo perdido,
insinúate, alegra a alguien,
da simplemente un buen día,
haz un cariño especial.
Úsalas en todo instante,

de todas maneras; su fuerza es inmensa.
No olvides que quien escribe,
construye un castillo,
y quien lee, pasa a habitarlo.

Gracias por habitar mi castillo.

2 comments:

Anonymous said...

¿Estás segura de que habitamos tu Castillo?

Anonymous said...

La palabra escrita, oída, hablada, pensada, anhelada...
tiene el poder de transportarnos, de llevarnos y traernos,
de dejarnos, de recogernos...
La palabra tiene la posibilidad de enseñarnos, de darnos,
de quitarnos...
La palabra nos enfría, nos calienta, nos apacigua, nos iracunda...
La palabra, es enunciativa, imperativa, atributiva...
Ella nos guía, nos pierde, a ella la odiamos, a ella la amamos,
a veces nos aferramos a ella...
La palabra es perfecta, es pura; tiene vida propia, solo ordena
y cumplimos... a veces lastima, otras veces alivia, en ocasiones
no se deja ver... solo sentir.
Ella es bella, es única; muchas veces no necesita ser pronunciada
para causar efectos...
La palabra es amiga de la risa, del llanto, de una mirada, de un gesto...
la palabra ordena al cuerpo dar un abrazo y así reaccionamos; es amiga
del silencio, de la soledad, de las ansias, de la serenidad, de la fantasía,
de la ilusión, compañera de la realidad y amante de la ficción...
La palabra te viste, te desviste, la palabra te hace y le haces el amor;
la palabra es inocente, consciente...
La palabra... es ...simplemente, tú.

Un amigo sincero.