AMA.

Ama...
Como si fuera la última vez,
Como sino te importara nada,
Como si tan sólo
tu vida dependiera de ello,
como si el viento norte jamás pasara.
Sólo ... ama.
Como la carne a tus huesos,
que sólo se separan cuando la desgarran,
como el verano al invierno
que nunca se encuentran, pero se extrañan.
Sólo ... ama ...
Hasta que te duelan los labios,
hasta que se te duerma el alma,
hasta que los necios lo comprendan,
hasta que se te oscurezca la mirada.
Ama ...
De ida y de vuelta,
con ganas y a desgano,
con el cuerpo y las entrañas,
con el deseo loco
y cabeza pensante,
con el cuerpo ardiendo
y apretando los dientes,
como la vida misma,
como el crepúscolo, al alba.
Sólo ... ama ...
Como primera medida
y como último recurso,
con desenfreno y desparpajo,
para beneplácito de los analistas,
con recato y a oscuras,
para tranquilidad de los paganos.
Sólo ... ama ...
Con alegría y con tristeza,
con firmeza y con candor,
cuando recien comiences
y con tu último sudor,
con la esperanza triste
y con la nostalgia callada,
con el grito errante
y con la boca sellada.
Sólo ... ama ...
Cuando el recuerdo vuelva,
cuando el presente pase,
cuando el fururo no exista
y aún, cuando la vida cese.

Que tu recuerdo quede,
que tu sangre hierva,
que tus palabras sobren,
que tu presencia exista
en la paz y en la guerra,
pero por sobre todo esto,
que tu amor...
que tu amor jamás muera.