Saturday, February 24, 2007

¿QUIÉN LO ESCUCHA?
















Tanta pena y tristeza,
tanto enojo y silencio,
tanto llanto,
tanto grito,
tantos años,
me han causado un mal mayor,
los medicos lo llaman depresión.
Necesito de verdad,
de alguien que me escuche sin hablar,
que comparta mi dolor,
necesito un redentor,
necesito al mismo Dios.
Quién escucha mi silencio,
a quién le quema mi verguenza,
a quién le duele lo que siento,
quién escucha mi silencio,
mi silencio... ¿Quién lo escucha?.

CAMINARÉ.







El viento ha borrado mis pasos
de esta tierra seca y dura,
gritos sordos que vienen de lejos,
una sed en la garganta que perdura.

La vida generosa que me dio todo
es una mano gitana que me lo arrebata,
la suerte echada convertida en lodo,
el barro de mis huesos me ata.

El camino del destierro sin espada,
peregrinación o calvario,
amanecer crepuscular,
agonía empalada,
cantos de sirenas en el rodar diario.

Caminaré aunque ya no tenga piernas
y mis pulmones ya no respiren,
caminaré entre la selva de hienas
y mis ojos ya no te miren.

Una canción... un recuerdo...
son tus besos el calor de tu pecho
sobre mi rostro.

Amigo mío, me voy,
mis manos y pies tiesos
como las hojas secas pisadas
por el potro,
raudo jinete desaparece en la oscuridad
llevándose la bolsa de segundos de felicidad.

BUSCAR EN TU PENSAMIENTO.


En tu silencio puedo percibir
tu pensamiento,
pensamiento que me alegra
pero que es incierto,
incierto también es tus dudas
sobre tu silencio,
silencio que hace incierto
... tu pensamiento.
La vida, no debería ser silencio
sino declaraciones,
declaraciones de tu pensamiento
que no, duda,
duda sobre tus sentimientos
y lo que piensas.


Busca en tu pensamiento
la verdad de tu silencio.

ES PRECISO ESCRIBIRLO.






Aunque el poema
sólo son palabras
sin ojos que te miren,
sin labios que te besen,
sin brazos que te abracen,
sin manos que te acaricien,
es preciso escribirlo
para liberarse del absurdo sinsentido
que muestra su levedad acostumbrada
en una amalgama de sensaciones ásperas,
miles de caras, miedos repetidos,muerte,
no ser, angustia de haber sido.
Porque seremos ruinas solitarias

por las que trepará la yedra del olvido
aunque el poema sólo son palabras...
es preciso escribirlo.

LAS PALABRAS DEL SILENCIO...


Son las que no hacen ruido,
porque nunca se dicen.


Son aquellas palabras huecas
que parecen siempre vacías.


Son las que no tienen música,
las que no te dicen nada.


Las que esperas con ansias
y nunca a ti llegan.


Son las que no tienen eco
ni tampoco respuestas.


Son aquellas palabras que
buscas y nunca encuentras.


Las que están olvidadas
o simplemente guardadas
en un lugar de tu alma.


Son las palabras que están allí,
pero que no se pueden oir.


Las palabras del silencio
no tienen resonancia.







Son las que deseas que te digan
o deberías alguna vez decir.


Son las que se esfuman
sin hacer acto de presencia.


Son esas de tantas palabras
que se fueron y no volverán.

Y ME QUEDO MUDA...






Hay noches que me recuerdan a tus ojos.
Impenetrables, profundos, peligrosos...
Cobijo negro del miedo.
Cuando callas, ni siquiera te veo.

Mis manos palpan, temblorosas
los vacíos de tu alma.
Siento tu aliento en mi nuca,
pero no alcanzo a sentir tus labios.
Cuando callas me lleno de dudas,
me enredo con mi propia sombra
y me caigo en tu silencio,
tropezando con tus ojos.
Cuando callas, no estás.

Y a mí, me haces invisible
y lloro hacia dentro,
inundándome el alma.
Mis abrazos quedan
huérfanos de tu pecho,
rodeando la soledad
que dibujas con tu mirada.
Con tu mirada llena de palabras
que ni siquiera existen.
Cuando callas, me rompo,
se me hace pedazos el coraje
y con la punta de mis dedos
pido ayuda a tu piel.
Y aunque callas,
puedo sentir tu temblor.
Cuando callas...

se me escapa un grito
desde el estómago,
se me enredan los recuerdos
en la mirada y me transformo
... en ausencia.
Me alejo,
me escapo de tu abrazo
y me convierto en soledad.
Cuando mis ojos buscan

su reflejo en los tuyos
y los párpados se te caen
hasta el suelo, me abandono.
Me quedo sin nombre
y me robo la vida.
Me vacío,
me desnudo de tus besos
y me arranco tus caricias.
Y me quedo muda...

Para hablar con tu silencio.

REMANSO.




Y sentí que el silencio fue integrado
por el total feliz de la palabra
y sentí que tu voz era un remanso
donde tranquila dormita mi alma.

Y no hablar es un eco de soledades
que derrumba las riquezas de la vida
y una soledad coronada en el silencio
es tristeza, es pena y amargura.

Habla la boca sin mover los labios
y los ojos de repente, son palabtas,
el corazón un tambor sin música
y el alma una sombra en el pasado.


Y morimos en soledad
y lloramos en el tiempo
y amamos en la tristeza
y gozamos... en silencio.